GAEL.
Llevas entre diente y diente,
una graciosa distancia,
la ternura de la infancia
en tu sonrisa inocente.
Te me acercas dulcemente
cuando la noche ha caído.
Mimado y muy consentido,
ejerciendo tu derecho,
buscas refugio en mi pecho
y ahí te quedas dormido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario