Tal como lo predijo el adivino
que viejas cartas del Tarot leía,
contigo se cumplió la profecía
que anunciara un oráculo divino.
Se unieron tu destino y mi destino
bajo el ardiente sol de un mediodía,
cuando la sombra del amor caía
en un suave recodo del camino.
Siendo un simple y sencillo trovador
inexperto en las artes del amor,
terminé convertido en hechicero.
Por talismán usé solo una flor
y derribé los muros del temor,
con el mágico poder de un te quiero.
Alejandrino Calvo Sanguino.
(Aquiles Márquez Madera)
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