Mirando distraído en el espejo
las arrugas marcadas en mi
frente,
sentenciosas sonaron de repente,
palabras pronunciadas por mi
viejo.
Me dijo él, frunciendo el
entrecejo,
cosas que se grabaron en mi mente
y aunque mi padre ya no está presente
llevo conmigo su sabio consejo
No recojas lo que otro haya
botado,
procura no sufrir por el pasado,
goza del hoy porque la vida es
corta.
No opines cuando no te han
consultado,
no vayas donde no eres invitado…
¡No te metas en lo que no te
importa!
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